El mundo cambió, recuerdas cuando nuestros padres y familiares estaban en su época laboral, trabajan para grandes y pequeñas compañías que se esmeraban por cumplir con los salarios a sus colaboradores, ser una empresa estable en el tiempo.
Los procesos de bienestar se limitaban a un fondo de empleados, una celebración de navidad, aguinaldos, prima de servicios (teniendo en cuenta que era legal), las mejores compañías tenían una prima extra legal; estos factores eran reconocidos por las personas y clasificadas como «Buenas empresas».
El bienestar laboral hoy tiene que ver con la productividad de los colaboradores, su crecimiento profesional y fortalecimiento de equipos y se ve manifestado en la respuesta de cara a los clientes, pues en la medida en que se sientan bien, podrán transmitirlo a los grupos de interés; este concepto viene creciendo desde finales del siglo XIX por la preocupación de los empresarios en el bienestar de sus empleados, ya que la forma en la que estos se sienten, afectan los resultados que se obtienen en los procesos productivos o de servicios.
¿Los resultados que obtenemos en las empresas dependen del estado en el que se encuentran los colaboradores?, esto implica entonces, hacer una evaluación de los factores claves que debemos intervenir y propender por mantener en condiciones estables, para que la organización establezca su cultura organizacional enfocada al bienestar.
Iniciar el camino del bienestar no es una tarea fácil, la consecuencia es que cuando se establece como cultura se podrán recibir los frutos, veamos algunos pasos que debemos dar para ir construyendo un proceso solido:
- HAZ UN DIAGNOSTICO CON EL EQUIPO DE TRABAJO : Identifica cuáles son los elementos de tu cultura organizacional, que tipo de comportamientos no se encuentran alineados a los valores que quieres resaltar en el comportamiento de los colaboradores.
- AJUSTA LOS VALORES DE LA ORGANIZACIÓN: Revisa si están alineados a la estrategia, los comportamientos que deseas tener, tanto entre el equipo de trabajo como con las partes interesadas.
- HAZ UN PLAN DE TRABAJO PARA CADA VALOR: Desarrolla un programa para cada uno, estableciendo políticas, objetivos, actividades sistemáticas que logren preservarse en el tiempo para que generen resultados.
- ESTABLECE UN PROGRAMA DE BIENESTAR: Determina cuáles actividades lograrán motivar, premiar, reconocer, incentivar, desarrollar competencias de grupo; determínales un objetivo y actividades que contribuyan a su logro, evalúa este programa periódicamente y toma las acciones de acuerdo a los resultados arrojados en cada periodo.
- INFORMA A TUS COLABORADORES: En momentos claves suministra información sobre estas acciones a los colaboradores: durante su contratación, en el periodo de inducción y reinducción, cuando sea necesario, en los llamados de atención con el fin de recordar los comportamientos adecuados; esta retroalimentación nos ayudará a fijar las políticas y los programas.
Si no has iniciado la implementación de un proceso de bienestar estos pasos pueden ayudarte en su construcción, si por el contrario ya el tuyo esta en funcionamiento, cuéntanos tu experiencia
¿Cuál etapa de las propuestas consideras la más importante?